sábado, 5 de marzo de 2011

Mientras ella lloraba en el rincón de el salón, él se acercó, secó sus lágrimas y le dijo al oído
"Siempre estaré aquí para ti" 
Y ella le creyó, sabía que era cierto, que él se quedaría por siempre, dejó que se sentara a su lado y recargó su cabeza en su hombro, cerró los ojos, y en ese parpadeo él se fue, nunca había existido...

1 comentario:

  1. José Pablo :)5/3/11, 7:43 p.m.

    WOW!!!!! Sin palabras...me has puesto a pensar en how complex life is sometimes... pero con esas personas... vivir fue un parpadeo ^^

    ResponderBorrar