domingo, 21 de octubre de 2012

Realidad actual

Casi toda la vida creí que el odio era solamente parte de la gente que no sabía como querer a los demás, pero ya veo que no es así...

Fue sólo un momento el que derivó en todo un problema, muy estúpido, por cierto.

En cuanto nos enteramos de su existencia no sabíamos que hacer, pasamos del temor a la felicidad, y de la felicidad al temor de qué iba a pasar.

Hablamos y todo salió mal; el mundo explotó y sólo nosotros nos vimos afectados, él más que yo...

Y el odio creció desde ellos hacia él.

A pesar del odio nosotros seguimos creciendo, no los dos, sino los tres.

Pero también empezó a crecer mi odio hacia ellos por odiarlo a él, y sigue creciendo ese odio tanto que no sé cuanto tiempo podrá quedarse oculto antes de que revele algo que tal vez siempre he sido, que jamás he tenido el valor demostrar pero que siempre he querido hacer.

Quiero que escapemos, que nos vayamos lejos donde nadie pueda encontrarnos ni decirnos qué hacer ni cómo hacerlo, porque a ambos nos harta aunque tú siempre estés más harto de ello que yo.

Sabes que mi amor por ti es incondicional, así como sé que es el tuyo hacia mí.

Vámonos de aquí...

Huyamos y ya...