jueves, 29 de septiembre de 2011

¿Existo?

¿Cómo saberlo? Si desde el momento en que lo pienso soy tan imaginaria como los demás queriendo y aparentando no serlo, caminando con la cabeza gacha por miedo a que alguien pueda verme y creerme realidad, intentando deshacerme de la maraña mental de ideas que poco a poce me consumen bajo mi conocimiento y supervisión, riéndose de mis intentos de evitarlo esforzándome por sentir un amor que repentinamente se transforma en odio y desesperación mezclados con el agrio sabor de la derrota al tener que despedirme. Batalla tras batalla pierdo un poco más de mi quedando a mi paso sólo una ligera brisa que desaparece en cuanto alguien más pasa, quitándome la existencia que me queda, ocupando lo que en algún momento fueron mis pasos y mis palabras...
No, no existo, soy un producto de mi imaginación...