Hay veces que me pregunto si de verdad podremos llevar esto que tenemos por el resto de nuestras vidas...
Pareciera que todos los días nos acercamos cada vez más al borde de un abismo en el que parece imposible la opción de no caer. Ya se siente algo quebrado, que aunque puede ser reparable es difícil de volver a unir como antes.
No sé si sientas de la misma forma la desesperación e indicios de locura que a veces llegan a aparecer en mí, o si tengas las mismas sensaciones... Espero que no porque esto en verdad es horrible de soportar, y es lo último que quisiera para tí; la angustia carcomiéndote desde lo más profundo de tu mente y la inevitable sensación de vacío interior que en lugar de reducirse se va haciendo más ancha y profunda. Es comparable con el abrazo de una serpiente que asfixia a su víctima un poco más a cada exhalación que da.
Aún así no quiero perder la esperanza, me rehuso completamente a ello, sé que lo hacemos difícil, pero también sé que esto es real. Tan real que incluso después de cada tropiezo me quedo con ganas de abrazarte de nuevo.
Di que todavía podemos ser reparados,
dí que podemos seguir un poco más,
que nuestras promesas no han sido en vano,
por favor dime que no te irás jamás...
